Adiós a Bachillerato
Aunque parezca mentira que lo recuerde como si fuera ayer el comienzo de mi nueva etapa en Bachillerato y se hayan hecho eternos estos dos últimos años, ¡por fin hemos terminado Bachillerato señores!
En un principio recuerdo cuando comencé el curso que me encontraba algo perdido, siendo sincero muy perdido casi como cuando era un niño y fui por primera vez al cole.
Tenía un poco de miedo, siendo honesto, de lo que se me venía encima porque todo el mundo te da una imagen personal de como fue su vivencia en Bachillerato y de lo mal que la mayoría de la gente afirma haberlo pasado, por lo que yo temía de que me ocurriera lo mismo.
Los primeros meses fueron meses de adaptación, meses en los que necesitas un poco situarte en escena y hacer frente con alguna que otra mala nota a la situación que se te presenta.
Más tarde, una vez que te has dado cuenta de que no es necesario llevar una vida tan estresante en la que te preocupas por cosas que ni siquiera han ocurrido y que comienzas a tranquilizarte ya te adaptas dentro de lo que cabe al panorama.
Mi primer año, siendo muy crítico conmigo mismo, considero que no fue un buen año. Creo que podía haber hecho algo más, que podía haberme esforzado algo más y haber sacado mejores notas y haber sido mejor, pero el hecho de no conocer el centro, no sentirme preparado para lo que se me venía encima y algún que otro contratiempo, el año no fue el esperado.
Acabado el primer año llegó lo mejor que me podía haber sucedido en estos dos años de intenso esfuerzo y no es ni más ni menos que el verano. Verano es ese periodo de tres meses en el que tu mente deja de funcionar, se muere, se queda en blanco recomponiendo fuerzas y se prepara para el año siguiente, o por lo menos así fue para mí. Aunque al principio algunos días de verano digas que sientes que deberías estar dando clase que estás perdiendo el tiempo, realmente lo que quieres es que no acaben nunca esos días de relax y de falta de preocupaciones y prefieres que se pare el tiempo a enfrentarte al futuro próximo que se te acerca. Sin embargo, finalmente sacas fuerza de flaqueza y sales adelante más que nada porque no tienes otra opción si quieres aprobar Bachillerato.
El segundo año, cuando volví de las vacaciones de verano tenía un claro propósito, mejorar con respecto al año anterior e intentar sacar una selectividad buena para conseguir entrar en la carrera de mis sueños, para lo que no me faltaron días sin dormir y noches enteras de estudio para finalmente hacer un examen con el que no terminas satisfecho. Pero en esos momentos es cuando hay que tener fortaleza y sobreponerte a las dificultades con autoestima dando todo lo mejor que uno tiene y esforzándose al máximo. Como aspecto negativo, decir que los resultados no fueron los esperados. Como positivo, también decir que conseguí lo previsto.
Aunque si tuviera que quedarme con algo de lo que en este fatídico curso me ha gustado diría sin duda que ha sido tener un grupo como éste, "Los que tienen boca se equivocan", y haber tenido unos compañeros como los que me han acompañado en este curso y ha sufrido como yo lo que no nos dejaba algunas veces ni siquiera dormir. Estar en este grupo me ha servido para despejarme un poco de la carga de las demás asignaturas y para lo más importante, crear una confianza y unos amigos que duran para toda la vida. Bachillerato me ha servido además de para formarme como estudiante para mejorar como persona y para añadir a mi vida una frase que a partir de ahora siempre tendré presente: "Una vida no se mide por los días que se han vivido, sino por los buenos momentos que se recuerdan de ella".