Con motivo de las fechas en las que nos encontramos he decidido realizar un relato la Navidad, espero que os guste.
LA NAVIDAD DE TOM
Tom era un chico cualquiera con una vida cualquiera y un estatus social no muy destacado entre el de la mayoría. Para él la Navidad dejó de tener sentido hace mucho tiempo.
Para Tom, con sus 18 años la Navidad era entendida como una época de consumismo en la que las familias aprovechaban para atiborrarse de comida y malgastar el dinero en cosas materiales innecesarias que intentaban comprar todo aquello que faltaba en todo el año y que era el amor mutuo entre todos los familiares que rara vez se veían o simplemente solo se veían en estas fechas y llevando un papel sobreactuado. Podría decirse que estas fechas para él eran una tortura que se alargaba por algunas semanas y de las que intentaba por todos los medios posibles apartarse a la más remota soledad donde no podía pasar por situaciones comprometidas. En cuanto a lo que se refiere al espíritu de la Navidad, Tom no perdía el tiempo en semejantes vanalidades, simplemente tenía asumido desde que llegó a cumplir sus 10 años que su madre le contó toda la verdad acerca de los Reyes Magos y Papá Noel que semejantes personajes no existían y perdió otro fragmento más de ese espíritu infantil que todos conservamos en mayor o menor medida.
Para Tom, con sus 18 años la Navidad era entendida como una época de consumismo en la que las familias aprovechaban para atiborrarse de comida y malgastar el dinero en cosas materiales innecesarias que intentaban comprar todo aquello que faltaba en todo el año y que era el amor mutuo entre todos los familiares que rara vez se veían o simplemente solo se veían en estas fechas y llevando un papel sobreactuado. Podría decirse que estas fechas para él eran una tortura que se alargaba por algunas semanas y de las que intentaba por todos los medios posibles apartarse a la más remota soledad donde no podía pasar por situaciones comprometidas. En cuanto a lo que se refiere al espíritu de la Navidad, Tom no perdía el tiempo en semejantes vanalidades, simplemente tenía asumido desde que llegó a cumplir sus 10 años que su madre le contó toda la verdad acerca de los Reyes Magos y Papá Noel que semejantes personajes no existían y perdió otro fragmento más de ese espíritu infantil que todos conservamos en mayor o menor medida.