Parece que fue ayer cuando entrabamos en casa llorando porque nos habíamos caído jugando, cuando cada fin de semana se convertía en mañanas enteras frente al televisor viendo los "dibujitos", cuando no teníamos mas obligación que la de portarnos bien o al menos aparentar ser buenos delante de nuestros padres, cuando moríamos de ganas por ser mayores y cuando la vida no era más que juegos y diversión.
Y sí, parece que fue ayer, porque es así, pero en estos pocos años que nos alejan de esta etapa y la de ahora, la de los 17, han sido unos años de continuo cambio, hasta llegar a lo que somos hoy en día, los mayores que tanto deseábamos ser. Pero nos hemos dado cuanta que ser mayores no es tan bueno como pensábamos, vivimos en una sociedad asumida en crisis, no solo económica, también de valores. De esto no nos dábamos tanta cuenta cuando correteábamos por el patio del colegio pero ahora si somos conscientes de la verdadera realidad de lo que nos rodea, desde mi punto de vista.
La gran mayoría de los jóvenes pasamos la gran parte del año entre libros y apuntes, casi sin descanso, y aunque todos digan que esta es la mejor edad de todas, no lo tengo tan claro.
Pero si es una de las etapas que más nos repercutirá mirando hacia nuestro futuro. Lo que sembremos hoy será el principio de una gran cosecha para el resto de nuestra vida. Todo en la vida tiene recompensa, y si nos formamos como grandes personas lo seremos, pero si nos quedamos en nuestra casa sin hacer nada, nuestro cuerpo, crecerá como todos con los años, pero nuestra alma seguirá siendo igual de pequeña, ignorante e inocente que la que teníamos con 6 años. Tenemos que luchar, pelear y sacrificarnos todo lo que podamos para llegar a ser alguien el día de mañana, no podemos desaprovechar esta oportunidad que nos ha dado la vida de poder formarnos, aunque muchos deciden abandonar el camino hacia la felicidad, porque este es el único camino que nos puede llevar a ser felices verdaderamente.
Pero, ¿qué será de nosotros en un futuro?
No podremos saberlo hasta que no llegue, pero si os puedo asegurar, propotente lo que quieras, que lo conseguirás.