Con motivo de las fechas en las que nos encontramos he decidido realizar un relato la Navidad, espero que os guste.
LA NAVIDAD DE TOM
Tom era un chico cualquiera con una vida cualquiera y un estatus social no muy destacado entre el de la mayoría. Para él la Navidad dejó de tener sentido hace mucho tiempo.
Para Tom, con sus 18 años la Navidad era entendida como una época de consumismo en la que las familias aprovechaban para atiborrarse de comida y malgastar el dinero en cosas materiales innecesarias que intentaban comprar todo aquello que faltaba en todo el año y que era el amor mutuo entre todos los familiares que rara vez se veían o simplemente solo se veían en estas fechas y llevando un papel sobreactuado. Podría decirse que estas fechas para él eran una tortura que se alargaba por algunas semanas y de las que intentaba por todos los medios posibles apartarse a la más remota soledad donde no podía pasar por situaciones comprometidas. En cuanto a lo que se refiere al espíritu de la Navidad, Tom no perdía el tiempo en semejantes vanalidades, simplemente tenía asumido desde que llegó a cumplir sus 10 años que su madre le contó toda la verdad acerca de los Reyes Magos y Papá Noel que semejantes personajes no existían y perdió otro fragmento más de ese espíritu infantil que todos conservamos en mayor o menor medida.
Para Tom, con sus 18 años la Navidad era entendida como una época de consumismo en la que las familias aprovechaban para atiborrarse de comida y malgastar el dinero en cosas materiales innecesarias que intentaban comprar todo aquello que faltaba en todo el año y que era el amor mutuo entre todos los familiares que rara vez se veían o simplemente solo se veían en estas fechas y llevando un papel sobreactuado. Podría decirse que estas fechas para él eran una tortura que se alargaba por algunas semanas y de las que intentaba por todos los medios posibles apartarse a la más remota soledad donde no podía pasar por situaciones comprometidas. En cuanto a lo que se refiere al espíritu de la Navidad, Tom no perdía el tiempo en semejantes vanalidades, simplemente tenía asumido desde que llegó a cumplir sus 10 años que su madre le contó toda la verdad acerca de los Reyes Magos y Papá Noel que semejantes personajes no existían y perdió otro fragmento más de ese espíritu infantil que todos conservamos en mayor o menor medida.
Llegado el 22 de diciembre, ya terminadas las clases de las que Tom no llegaba excesivamente contento, ya que había suspendido dos asignaturas y todo le parecía decir que no iba a poder matricularse en la carrera que tenía en mente y con la que había soñado durante años; pasaron por su casa sus tíos que decidieron pasar las Navidades junto a su familia de lo que éste no estaba muy conforme ya que tenía unos primos pequeños que se convertían en una tortura para todo aquel que estuviese más de dos horas bajo el mismo techo que ellos. Todo apuntaba a que estas Navidades iban a ser aún peores para Tom que las del año pasado. Para mejorar aún más la situación de Tom, éste se había enfadado con sus amigos y no tenía con quien pasar los momentos que tenía para lo que antes hubiera sido ver a los compañeros de clase con los que había mantenido una muy buena relación hasta el momento. La táctica de Tom fue comenzar las Navidades atrincherado en su cuarto escuchando música con sus cascos de los únicos que se sentía afortunado de tener en aquella situación. Pasado un rato y sintiéndose un poco cansado decidió dejar de escuchar música y tumbarse un rato en la cama en la que aprovechó para tomarse un descanso y dormir un rato, fue entonces cuando comenzó su sueño que cambiaría totalmente su concepción acerca de la Navidad.
En este sueño Tom se situaba en una de las ciudades españolas de alrededor de comienzos de los años 40 en los que las secuelas de la guerra habían hecho de España un lugar indeseable y sumido en la mayor hambruna, pobreza y miseria. Tom paseaba por una de las calles de aquella pequeña ciudad cuando la situación no lo dejaba de asombrar más cuanto más tiempo pasaba por allí. El tiempo era terrible, el frío hacía imposible casi el simple hecho de respirar y sin embargo la mayoría de la gente se encontraba en la calle y no con lo que se pueda decir que fuese una ropa adecuada para aquellas temperaturas ya que algunos incluso ni tenían unos simples zapatos que ponerse. Pero lo peor estaba por venir debido a que este se encontró con un par de niños los cuales no tendrían más de 5 o 10 años que se encontraban en una esquina de aquella calle sentados sin nada que llevarse a la boca y en un estado en el que casi se podía decir que estuviesen congelados, este escena impactó de tal manera a Tom que se sintió en la necesidad de hacer algo por aquellas criaturitas que no se merecían encontrarse así y decidió ir a buscar un poco de leña para así poder calentarse con los niños junto a una hoguera.
Tras un rato, Tom consiguió dar con la salida de la ciudad para buscar un poco de madera que les sirvieran para su propósito y justo cuando iba saliendo del pueblo vió una escena que le pareció aún más aterradora cuando pasó junto a un grupo de vagabundos que sin nada que llevarse a la boca estaban rebuscando entre los desechos de la basura para intentar por lo menos no morir de desnutrición. Estando en el bosque donde la capa de nieve que cubría el suelo le llegaba a tapar las rodillas Tom no encontraba nada semejante a una leña que pudiera transportar la larga distancia que lo separaba de aquellos chicos y sentía como las fuerzas le comenzaban a fallar pero su voluntad lo mantenía en pie y le permitía seguir hasta que consiguió encontrar una rama relativamente seca y de un tamaño considerable para ser transportada con la que a hombros salió de aquel lugar que ya le comenzaba a parecer siniestro con la caída de la noche y su estado que casi rozaba la hipotermia. Este comenzó a correr hasta el lugar donde había encontrado a los chicos y apresurándose todo lo posible llegó al lugar pero cuando llegó allí, los niños ya no estaban, una patrulla de reconocimiento que pasaba por allí había recogido los cuerpos sin vida de los chicos a los que les llegó su hora debido al gélido tiempo y para lo que Tom pese a su esfuerzo no pudo hacer nada por evitarlo.
Fue entonces cuando Tom despertó de aquel escalofriante sueño que marcó su vida desde aquel momento y que hizo que este comenzase a valorar más la Navidad y todo lo que tenía pensando en la situación de aquellos chicos a los que no pudo salvar y también por sentirse afortunado de tener una familia con la que poder pasar aquellas fechas. En la mente de Tom había una parte que pensaba que aquel sueño había sido un sueño más de los que uno tiene en su vida, pero otra parte sin embargo pensaba que todo estaba relacionado con aquel espíritu de la Navidad con el que él nunca estuvo de acuerdo que le había hecho posible apreciar el verdadero sentido de la Navidad y que viera la vida desde otra perspectiva.