Esta semana he decidido hacer una entrada sobre una película que parece ser prometedora y que va a dar mucho que hablar durante su estreno.
Director: José Padilha
Sinopsis: Corre el año 2028 y la empresa multinacional OmniCorp ocupa el primer lugar en cuanto a tecnología robótica en el mundo. Ahora OmniCorp quiere expandir su negocio trayendo esta peligrosa tecnología de regreso a casa, y usándola en las calles para ganar la batalla contra el crimen. La corporación ve una oportunidad de oro cuando Alex Murphy, un policía y padre de familia que hace todo lo posible para detener la alta criminalidad y corrupción en Detroit, cae gravemente herido en cumplimiento de su deber, entonces la perversa compañía utiliza su extraordinaria tecnología para producir una unidad policíaca parte-hombre, parte-máquina, a la que llaman RoboCop. Con esto prevén vender sus RoboCops a cada ciudad del país, y ganar miles de millones de dólares más para sus accionistas. Pero no contaban con una cosa: dentro de la máquina todavía hay un hombre, y él está en busca de justicia. Al embutirlo en un montón de maquinaria, el policía vuelve como un poderoso cyborg, un organismo compuesto de elementos orgánicos y partes tecnológicas, con sorprendentes nuevas habilidades.
Críticas: Hay que reconocer que los trailers de Robocop no han ayudado mucho a hacerse una idea acertada de lo que íbamos a ver, vendiendo el producto más como una puesta al día en lo referente a efectos especiales que como lo que verdaderamente ofrece: el lado luminoso de la fantasía USA gracias al guión de vocación trascendental, adulto, que soporta una fábula muy competente sobre la humanización de las máquinas y la automatización de los humanos. En la película de Padilha tenemos uno de los momentos más entumecedores y gratamanente insanos de un blockbuster sci-fi de los últimos años: la secuencia en la que vemos por primera vez cómo a Murphy le retiran su parte robótica mostrándonos lo que ha quedado del hombre que fue. La identificación con el personaje es total, y la emoción se mantiene en todas las escenas de Murphy/Robocop con su familia.
El nuevo Robocop acierta en ir elaborando y desarrollando a fuego lento los distintos discursos con los que nos encontramos durante el largometraje. Asuntos como la manipulación de los medios de comunicación, la esencia del ser humano, el lastre de los recuerdos, la codicia de las grandes empresas. La crítica a la sociedad contemporánea de la película va más allá de la visión de Verhoeven. Es cuestión de hacer las cosas bien, temática y estéticamente. Y en esto último también se da un gran paso. La acción es vibrante, con secuencias bien pulidas y claras, a pesar de un par de momentos en los que Padilha no atina con el uso de la cámara en mano. Vayan al cine sin remordimientos, olviden prejuicios y pasan un día de San Valentín repleto de acción.