Tenía
70 años. Se encontraba asumido en la soledad más profunda en la que un ser
humano se puede encontrar. Sus hijos con sus vidas en pueblos alejados y una
casa que se hacía cada vez más grande ante su soledad. Lo único que le mantenía
vivo era el amor por su mujer, que falleció inesperadamente.
Pedro solo aguantó 6 meses esta desesperada situación. No podía más y decidió llamar
al teléfono que le cambiaría la vida por completo. Esa historia se mantiene
viva hoy día y cada vez se da con más frecuencia y todo gracias a la mentalidad
hacia este aspecto que están adquiriendo los más mayores.
Parece
ilógico hablar en este artículo de opinión acerca de la importancia que puede
tener un programa de televisión para la vida de un ser humano, pero es cierto y
lo vivimos cada tarde en la televisión de todos los andaluces, Canal Sur
Televisión.
“La
tarde aquí y ahora”, de gran audiencia televisiva es un programa que combina entretenimiento, actualidad y música con el
protagonismo del testimonio de personas que buscan acabar con su soledad. En
este último apartado muchas personas, especialmente las mayores, recuperan la
ilusión perdida y luchan contra la soledad, que consideran uno de sus
principales problemas. Para ello, Juan y Medio se pone al frente de esta
sección, a la que aportará su habitual simpatía y don de gentes.
Este programa no solo devuelve la ilusión de las personas que
nunca pensaron en volver a conocer el amor, ya sea bien por su ideología o por
el terriblemente miedo al “que dirán”, este programa logra entretener a miles
de personas y ayudándolas ante todo a no sentirse solas. En alguna ocasión se
ha escuchado de las bocas de los propios ancianos que han ido al programa que
si no hubieran llamado la otra alternativa que les quedaba era el suicidio.
Con este magazín los jóvenes aprenden de sus más mayores, y los
mayores a la vez que enseñan, aprenden a cambiar su filosofía de vida y salvarla
encontrando a una persona que sea su compañera.
Resulta curioso como escuchando las historias de estas personas se pueda aprender tanto y lo más importante, lo que puede llegar a cambiar sus
vidas. Hace 8 años Pedro no tenía ganas de vivir, hoy se siente el hombre más
afortunado del mundo y la nueva abuela de sus nietos ha encontrado junto a él
el amor que nunca tuvo.
NUNCA ES TARDE PARA VOLVERSE A ENAMORAR
Este artículo esta dedicado a mi abuelo, Pedro y a la mujer que se convirtió en mi abuela, Araceli.