jueves, 3 de octubre de 2013

Siempre nos ha importado nuestro cuerpo


                    

Me gustaría hablar en esta, mi primera entrada, sobre un tema que como podemos comprobar desde hace muchos siglos atrás ha preocupado a la sociedad en general. Lo vemos en la televisión, escuchamos por la radio, nos no lo dice el médico desde pequeños, leemos en el periódico y nos lo repiten una y otra vez nuestra familia, pues todos recordamos desde que tenemos uso de razón a nuestros abuelos o nuestros padres decirnos ¡Come que tienes que ponerte grande! ¡Te vas a quedar chico! ¡Come verduras, que están muy buenas! ¡No dejes nada en el plato! 


Y tienen razón, vivimos en una sociedad que desde muy jóvenes nos enseñan a tener buenos hábitos, a preocuparnos por nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestra alma. Y es precisamente esto lo que nos une firmemente con una sociedad situada en la Grecia Clásica, de la que aprendimos y heredamos esta profunda frase:


                  


   
 La cita completa es "Orandum est ut sit mens sana in corpore sano" Nació en la civilización de la Grecia Clásica, ninguna otra civilización de la época se aplicó con tanta devoción a la práctica del deporte y lo interiorizó de un modo tan profundo. Hoy día le damos un significado algo diferente al que se le daba en aquella época, hoy para nosotros “mens sana in corpore sano” es "mente sana en un cuerpo sano".

¿No te gustaría sentirte mejor contigo mismo? ¿No gustaría levantarte cada mañana, mirarte al espejo y sentirte orgulloso por ser como eres? ¿No te gustaría?

Actualmente, nos preocupamos más por tener un cuerpo sano, pero todo el mundo esta harto de oír mentiras y “verdades” sobre dietas milagrosas, métodos terapéuticos e infinidad de cosas que no dan resultado. El poder esta en la mente, la fuerza de voluntad y las ganas. Al menos así lo pienso yo. Por eso  os hablo de esta frase antiquísima, porque enseña a pedir lo que realmente nos conviene, nos instruye para implorar la salud integral de la mente, el cuerpo y el alma. Una mente sana, un cuerpo sano y un alma fuerte, nos ayuda a ser felices, que es la meta que todos nos proponemos, pues nacemos para ser felices.

El cuerpo y la mente son una única unidad, es por esto, que tenemos que empezar a cuidar nuestro cuerpo tomando en cuenta dos aspectos; realizando una dieta equilibrada y saludable y como segundo aspecto realizar al menos 30 minutos de actividad física al día.

Os animo a practicar deporte, sea cual sea, y a comer sano, porque SOMOS LO QUE COMEMOS.